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“No seas tan abierto de mente o tu cerebro se caerá” ~G.K. Chesterton

Cristo Fundo Una Sola Iglesia, La Iglesia Católica: Pruebas bíblicas e históricas

Autor original: Our Lady of the Rosary Library (olrl.org)

Un interesante articulo sacado del sitio web olrl.org, como comentaba en la comunidad de Católicos en Taringa.net hace falta no sólo saber defender nuestra fe de forma teológica pero también desde una perspectiva histórica, ojala que siempre pidiendo la intercesión del Espíritu Santo, para así guiar los corazones de todos aquellos que buscan la Verdad.

Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre dio su vida en la Cruz para salvar a los hombres del pecado y el poder del demonio. Fundó su Iglesia para continuar su obra de salvación. Única y exclusivamente a esta Iglesia que El mismo fundó, confió su misión, su Evangelio, su autoridad y sus poderes divinos para predicar, bautizar, hablar en su nombre y salvar a los hombres. Sin embargo, dieciséis siglos después de Cristo, Martín Lutero, un sacerdote católico excomulgado, inventó la teoría de la libre interpretación de la Biblia. Este libre examen produjo unas 36,000 sectas diferentes y opuestas, que sin ningún derecho se apropiaron del Evangelio, utilizándolo contra la legítima Iglesia. Para hacerse aceptar, todas estas sectas pretenden ser de Jesucristo. Hoy en día muchos fundan "su iglesia" y "predican la Biblia" a su modo, haciendo "discípulos" y sembrando confusión y división entre los católicos ignorantes. ¿Sería fruto del Espíritu Santo de Cristo todo esto? ¿Reconoce Cristo a estas 36,000 iglesias como suyas o las rechaza puesto que El no las fundó y a nadie dio autoridad para fundarlas? Frente a la confusión y desorientación provocadas por las sectas y los falsos profetas, para no dejarse engañar y perderse eternamente (Mateo 7, 15-23) ¿Como saber con certeza cuál es la verdadera Iglesia que Cristo fundó? Este asunto necesita de reflexión, mucha buena voluntad y humildad.

Cristo Fundó la Iglesia Católica

Toda persona que es lógica y cree en lo que dice la Biblia y quiere hacer la voluntad de Dios, debería aceptar los principios siguientes:

  1. Cristo no escribió una Biblia, sino que fundó una Iglesia: formó hombres y los mandó a hablar y actuar en su Nombre (II Timoteo 2, 2; Lucas 10,16; Mateo 28,19; Juan 20,19-23).
  2. La Iglesia que Cristo fundó debe necesariamente tener 21 siglos de existencia, puesto que Cristo vivió hace más de 2000 años en esta tierra.
  3. Únicamente la Iglesia que tiene 21 siglos es la Iglesia fundada por Cristo; es la iglesia legítima, la que escribió la Biblia, la que recibió el Espíritu Santo, la que salva.
  4. Ahora bien, la historia nos dice que la Iglesia Católica, es decir, la Iglesia cristiana universal, es la única Iglesia que tiene 21 siglos, y que esta misma Iglesia viene de los Apóstoles, a través de sus legítimos sucesores. Desde San Pedro, martirizado en el año 67 en Roma por el emperador romano Nerón, hasta el Papa Benedicto XVI, esta Iglesia tiene un jefe representante de Cristo en la tierra y sucesor legítimo de San Pedro, ahora llamado Papa.
  5. Únicamente la Iglesia Católica y Apostólica, que ha tenido 265 Papas, puede proporcionarnos una lista de sus jefes, desde San Pedro hasta el Papa actual. Ninguna otra iglesia puede ofrecernos esta lista de la sucesión apostólica. Si no puede mostrarnos esta escritura, significa que fue fundada después; y si fue fundada después, no es una iglesia legítima, ni verdadera ni bíblica; no puede ser obra de Cristo, esta "iglesia" fundada por supuestos profetas, no puede predicar correcta y legítimamente el Evangelio, ni santificar, ni salvar, aunque afirme a la ligera ser de Cristo (Mateo 7, 15-23). Es un instrumento de perdición que confunde la gente, ya que Cristo afirma que: “Surgirán muchos falsos profetas y extraviarán a muchos“ (Mateo 24,11). Es lo que está pasando hoy con la multiplicación de las sectas.
  6. Cristo, por ser Dios, no puede equivocarse ni engañarnos: prometió a sus Apóstoles y a sus sucesores que El estaría con ellos hasta el fin del mundo y que las fuerzas del mal no podrían prevalecer contra su Iglesia (Mateo 28, 17-19; 16, 18) Por consiguiente, pretender que la Iglesia verdadera se acabó en el siglo cuarto y que el emperador Constantino "fundó la Iglesia Católica" es antibíblico y antihistórico; es una afirmación indigna de un hombre sensato.
  7. Los que inventan supuestas iglesias desobedecen a Cristo y a sus legítimos representantes a quienes El dijo: "Quien a vosotros escucha, a Mí me escucha y quien a vosotros rechaza, me rechaza a Mí; ahora bien, quien me rechaza a Mí rechaza a Aquel que me envió" (Lucas 10, 16).
  8. Iglesia Católica y Biblia son inseparables. Rechazar la Iglesia Católica y Apostólica y servirse de la Biblia, que esta misma Iglesia nos transmitió durante dieciséis siglos, es algo ilógico. Cristo por ser Dios, es sabio y prudente, no dejó la Biblia como una manzana de la discordia entre sus discípulos. Fundó una Iglesia, dejó un representante, que fue San Pedro y sus legítimos sucesores, para predicar, interpretar y defender su Evangelio contra los manipuladores de la Biblia (II Pedro 1, 20; Gal. 1, 8; II Cor. 11, 13-14). La Biblia en manos de los fundadores de sectas, no puede defenderse, no tiene boca para desmentir las falsas interpretaciones e injustas acusaciones.
  9. La Iglesia verdadera necesariamente es UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. Debe tener 2000 años; debe tener la misma fe, la misma moral, la misma autoridad mediante la legítima sucesión apostólica y la misma enseñanza, desde Cristo hasta hoy. Ahora bien, aparte de la Iglesia Católica, ninguna de las 36,000 [1] iglesias protestantes cumple con estas condiciones (Juan 17, 20).

También podemos ver algunos documentos históricos, por ejemplo, el Edicto de Milan (313 d.c):

“Cuando yo, Constantino Augusto, al igual que yo, Licinio Augusto, afortunadamente nos reunimos cerca de Milán, [···] para que podamos conceder a los Cristianos y a otros, completa autoridad para observar esa religión que cada quien prefirió...Y así por éste consejo entero y la provisión más honrada, pensamos en coordinar que a nadie y de ninguna manera se le debe negar la oportunidad de dar su corazón a la observanza de la religión Cristiana, [···] ahora a cualquiera que quiera observar la religión Cristiana puede hacerlo libre y abiertamente, sin ser molestado. [···] en el caso de los Cristianos, estimamos de lo mejor que si sucede de aquí en adelante que alguien ha comprado de nuestra propiedad de cualesquiera otra persona, esos lugares en donde previamente se acostumbraban reunir, [···] deberán ser reivindicados a los Cristianos sin el pago o cualquier demanda de recompensa [···] Todas éstas propiedades deben ser entregadas inmediatamente a la comunidad de los Cristianos [···] estos Cristianos como es conocido habían poseído no solamente esos lugares en los cuales estaban acostumbrados a reunirse, sino también otras propiedades [···] por supuesto, que los arreglos antedichos sean seguidos para que los que devuelvan aquello sin pago, como hemos dicho, puedan esperar una indemnización de nuestra generosidad. [···]

Por otro lado, una prueba importante de que Constantino no fundó la Iglesia Católica lo tenemos en el Edicto de Tesalónica (380 d.c.) donde Constantino mas bien afirma que la Iglesia Católica viene en sucesión desde Pedro:

** Edicto de los emperadores Graciano, Valentiniano (II) y Teodosio Augusto, al pueblo de la ciudad de Constantinopla.

«Queremos que todos los pueblos que son gobernados por la administración de nuestra clemencia profesen la religión que el divino apóstol Pedro dio a los romanos, que hasta hoy se ha predicado como la predicó él mismo, y que es evidente que profesan el pontífice Dámaso y el obispo de Alejandría, Pedro, hombre de santidad apostólica. Esto es, según la doctrina apostólica y la doctrina evangélica creemos en la divinidad única del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bajo el concepto de igual majestad y de la piadosa Trinidad. Ordenamos que tengan el nombre de cristianos católicos quienes sigan esta norma, mientras que los demás los juzgamos dementes y locos sobre los que pesará la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no recibirán el nombre de iglesias y serán objeto, primero de la venganza divina, y después serán castigados por nuestra propia iniciativa que adoptaremos siguiendo la voluntad celestial.» Dado el tercer día de las Kalendas de marzo en Tesalónica, en el quinto consulado de Graciano Augusto y primero de Teodosio Augusto.

Por otro lado el hecho de que Constantino "convocara" al concilio no significa que "dirija" el concilio.

Constantino convoca al concilio porque se necesitaba de muchos recursos económicos para poder traer a todos los Obispos distanciados de Asia, Africa y Europa.

El Papa San Julio I, (337 - 352 d.c.) dirige el concilio de Nicea en conjunto con los demás obispos. [2]

La Biblia nos habla de una Iglesia

San Pedro, después de haber declarado que Cristo es el Hijo de Dios vivo, recibe del propio Cristo esta respuesta: *“Yo te digo que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré MI IGLESIA, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que atares sobre la tierra, será atado en los cielos, y lo que desatares sobre la tierra, será desatado en los cielos“* (Mateo 16, 17-19).

Nuestro Señor dice mi Iglesia, no dice mis iglesias. Aunque la Iglesia esté en el mundo entero, es una. Jamás de los jamases nuestro Señor habla de varias iglesias. Al contrario, nos advierte de no dejarnos engañar y extraviar por supuestos profetas que hacen su negocio con la Biblia.

La Iglesia debe ser católica y apostólica

Así como Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2, 5), así la Iglesia Católica es la única Iglesia que conduce a Jesucristo, puesto que ella sola fue fundada por Él, para continuar su obra. Ella sola recibió al Espíritu Santo y la promesa de ser asistida por El hasta el fin del mundo (Hechos 1, 8; Mateo 28, 20); ella sola es "la Iglesia del Dios viviente, columna y sostén de la verdad" (I Timoteo 3, 15); ella sola es la Iglesia de la cual habla la Biblia. Separarse de ella es renunciar a Cristo. Que esta Iglesia tenga hijos ministros buenos o malos es otro asunto.

Cristo, Pontífice y Sacerdote supremo del Nuevo Testamento (Hebreos 4 y 5), formó a los Apóstoles y les comunicó sus poderes. Los Apóstoles que son los enviados y depositarios exclusivos de la autoridad de Cristo, antes de morir dejaron sucesores legítimos, esto es, formaron otros presbíteros y obispos, a quienes dieron el poder y la misión de predicar conforme la Fe que ellos recibieron, predicaron y transmitieron (II Timoteo 2, 2). Desde el siglo I hasta el XXI, siempre la Iglesia Católica tuvo sacerdotes, obispos y papas. Ella sola tiene esta sucesión apostólica legítima. San Pablo escribe a su discípulo, el obispo Tito: “Te he dejado en Creta (isla griega) para que arregles las cosas que faltan y para que constituyas presbíteros en cada ciudad como yo te ordené“ (Tito 1, 5). Los presbíteros son los sacerdotes. El mismo San Pablo dice a los fieles de la ciudad de Corinto: “Os alabo porque observáis las tradiciones conforme os las he transmitido“ (I Cor. 11, 2). “Mantened firmemente *las tradiciones en que fuisteis adoctrinados, ya sea de viva voz ya sea por carta nuestra“* (II Tesalonicenses 2, 15). Una secta que nació 2000 años después no ha visto nada, no recibió nada, no escuchó nada, no tiene ninguna tradición apostólica.

La palabra tradición viene del latín; significa "transmisión" y "entrega" del mensaje de Cristo, comunicado oralmente o por escrito (II Juan 12; III Juan 13). Por ejemplo por la Tradición sabemos que hay cuatro evangelios canónicos. En la Iglesia Católica, los fieles con sus presbíteros observaron lo que fue transmitido, y ellos lo transmitieron, bajo la vigilancia de los obispos, a la generación siguiente; así fue desde el siglo I hasta hoy.

La más antigua secta protestante fue fundada por Martín Lutero, 1521 años después de Cristo. Ahora bien, los protestantes, que nacieron dieciséis siglos después de los Apóstoles, nunca los conocieron ni los escucharon ni recibieron una Biblia de ellos. De ninguna manera pueden saber la correcta interpretación de la Biblia, que es el libro Sagrado de la Iglesia Católica y Apostólica. San Pablo dice: "Aun cuando nosotros mismos, aun cuando un ángel del cielo os anuncie un evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea maldito. Lo dijimos ya, y ahora vuelvo a decirlo: Si alguno os predica un evangelio distinto del que recibisteis, sea anatema [3]." (Gálatas 1, 8-9). Toda interpretación de la Biblia que contradice la Fe católica y apostólica de 2000 años es un evangelio distinto. Todas las sectas, incluso las "evangélicas" predican por desgracia un evangelio diferente del que predicaron los Apóstoles y sus legítimos sucesores.

Hablando de los predicadores no autorizados por la legítima Iglesia, San Pablo dice: "Esos tales son falsos apóstoles, obreros engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. No es maravilla, ya que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. No es mucho, pues, que también sus ministros se disfracen ministros de justicia; su fin será el que corresponde a sus obras" (II Cor. 11, 13-14).

Esto es algo tremendo e increíble. Sin embargo Cristo dijo: /"Se levantarán muchos falsos profetas que engañaran a muchos [...] y obrarán grandes señales y prodigios..."/ (Mateo 24, 11 ,24). Los falsos profetas harán incluso falsos milagros.

La Iglesia debe ser apostólica

Cristo mandó a sus Apóstoles y sucesores anunciar su Evangelio (Mateo 28, 20). Los Apóstoles predicaron y dejaron representantes. San Pablo escribe a Timoteo, a quien consagró Obispo: /"Lo que oíste de mí transmítelo a hombres fieles,* los cuales serán aptos para enseñarlo a otros"(II Timoteo 2, 2). En la Iglesia Católica, desde San Pablo los obispos transmitieron a otros obispos lo recibido y los dejaron como guardianes de este*depósito de la Fe** (I Timoteo 6, 20) para evitar el robo y la confusión. Las palabras Iglesia y Católica vienen del griego y significan /la asamblea universal de todos los fieles cristianos. Decir católico y decir cristiano es la misma cosa. "La iglesia,/dijo San Agustín, es el pueblo cristiano esparcido por toda la redondez de la tierra"./ Desde el año 107, San Ignacio mártir, segundo Obispo de Antioquia de Siria, después de San Pedro, utilizó el término Iglesia Católica.

Los rusos y griegos "ortodoxos", por ejemplo, se separaron de la Iglesia Católica en el año 1054. Los protestantes y los evangélicos empezaron con Martín Lutero a partir de 1521. Los anglicanos fueron fundados en 1534 por el rey de Inglaterra, Enrique VIII, porque el Papa no le permitió divorciarse. Todas las demás sectas nacieron de la revolución luterana. Los Testigos de Jehová fueron fundados en Estados Unidos en 1871 por Charles Taze Russell; los Mormones en 1830 por Joseph Smith; los de la supuesta "Luz del mundo" en 1926 por Eusebio Joaquín González, en México. Los que se llaman "cristianos" son protestantes disfrazados. De todas estas sectas, ninguna tiene veintiún siglos, ninguna viene de los Apóstoles. Ahora bien, si Cristo no las fundó ¿Qué garantía de veracidad y legitimidad pueden tener? Absolutamente ninguna. Al contrario, la Biblia, la historia, el sentido común y la justicia las condenan como usurpadoras de misión y función (Jeremías 23, 21, 25; Mateo 7,15-23).

En conclusión, Nuestro Señor Jesucristo, el fundador de la Iglesia Católica, nos advierte: /"Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestiduras de ovejas; mas por dentro son lobos feroces... No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; mas el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, éste entrará en el reino de los cielos.*Muchos me dirán en aquel día (del Juicio): Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu nombre, en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre obramos muchos prodigios? Y entonces les declararé: nunca jamás os conocí; apartaos de mí los que obráis la iniquidad"/* (Mateo 7, 15-23).

En la crisis actual muchos de buena fe siguen a las sectas, pero pensando estudiar la Biblia pierden la verdadera fe cristiana. Se separaron de la Iglesia de Cristo para seguir ilegítimas que no tienen la autentica interpretación de la Biblia, ni legítimos ministros y que no pueden salvar. La solución es regresar a la Iglesia fundada por Cristo mismo, la que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

[1] Con respecto a esos números, son sacados del World Christian Encyclopedia, el problema radica en que ellos definen la palabra "denominación" como la cantidad de grupos cristianos organizados dentro de un país en especifico, si los católicos tomamos esta definición como correcta (que en realidad no lo es), estaríamos en presencia de 245 denominaciones católicas romanas ¿No es loco ese número?. Para efectos de definir la cantidad de iglesias fundadas por hombres, basta con numerar todas aquellas sectas protestantes formadas luego del año 1500 que por supuesto, no llegara a los 31000 denominaciones protestantes.

[2] Material sacado de mi propia pregunta hecha en foro.catholic.net sobre la Sucesión Apostólica.

[3] (Griego/anathema; literalmente, colocado en alto, suspendido, poner aparte). Término que anteriormente denotaba ofrendas hechas a la divinidad que se suspendían del techo o paredes de los templos con el propósito de exponerlas a la vista. Así según su etimología, anathema significa una cosa ofrecida a Dios; en el Antiguo y Nuevo Testamentos se usa a veces en este sentido. En Judit 16,18 se dice que Judit, habiendo tomado todas las armas de Holofernes, que el pueblo le había concedido, y las cortinas de su cama que ella misma había traído, y las ofreció al Señor como anatema de desprecio. En 2 Macabeos 9,16 Antíoco promete adornar con los más preciosos regalos (anathemata) el templo que había saqueado; y en Lucas 21,5 se hace mención del templo construido de piedras preciosas y adornado con ricos regalos (anathemata). Como los objetos odiosos también se exponían a la vista, por ejemplo, la cabeza de un criminal o de un enemigo, o sus brazos o despojos, la palabra anathema vino a significar una cosa odiada, o execrable, dedicada al aborrecimiento o destrucción pública. "Para entender la palabra anatema", dice Vigoroux, "primero debemos remontarnos al verdadero significado de herem , del cual es equivalente. Herem viene de la palabra haram, cortar, separar, maldecir, e indica lo que es maldito y condenado a ser cortado o exterminado, ya sea una persona o una cosa, y en consecuencia, aquello que le está prohibido usar al hombre." Ese es el sentido de anatema en el siguiente pasaje del Deuteronomio 7,26: "no debes meter en tu casa una cosa abominable, pues te harías anatema como ella. Las tendrás por cosa horrenda y abominable, porque son anatema." Naciones, individuos, animales y objetos inanimados podían constituirse en anatema, es decir, maldito y condenado a la destrucción. Fue así que el pueblo habitante de la Tierra Prometida era anatema, como dice Moisés (Deut. 7,1-2): "Cuando... Yahveh tu Dios los haya arrojado delante de ti, los destruirás."/ fuente: ec.aciprensa.com

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