El blog de Shackra

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“No seas tan abierto de mente o tu cerebro se caerá” ~G.K. Chesterton

Sobre discutir

¡Primer post del año! Con respecto a escribir en el blog parece que me he tomado unas largas vacaciones. Quiero escribir un poco sobre un tema recurrente en mi día a día, voy a dedicar unas pocas palabras sobre discutir.

Yo discuto mucho por Internet, uno de los pocos lugares en este planeta donde el lugar es el ideal para la actividad. Me gusta dedicar un par de horas al día a defender una que otra idea que a mi parecer es sumamente y su valor es transcendental. Por supuesto estas ideas giran alrededor o tienen alguna relación con mi Iglesia, la eterna Iglesia Católica. Algunas veces el tema gira alrededor de la misma Institución. De lo que uno puede estar seguro es que en Internet siempre tendrás oportunidad de defender tu fe o las ideas que tengan relación alguna con ella. Siempre.

Discutir, por Internet o dónde sea que se permita, es una actividad sana que ayuda ha conocer más de uno mismo, y más sobre las ideas que uno pretende defender mientras las compartes con quién discutes. Yo, por ejemplo, pensaba que el sarcasmo iba bien en todas partes y en casi todas las situaciones, sin embargo, con los años y con cierto remordimiento de conciencia aprendí que el uso del sarcasmo en una discusión es tan buena idea como la toma de alcohol durante la conducción en carretera. Cambia el tono y el ambiente de la discusión y lleva a quienes conversan a una carrera sarcástica hacía la meta de demostrar la supremacía de su inteligencia, haciendo que la discusión se convierta en algo inútil que emana y contagia de resentimiento a sus participantes. La verdad absoluta existe, y una vez alguien tuvo la oportunidad de encontrarse con ella y de preguntarle su nombre, la respuesta que este hombre recibió a su interrogante fue «Yo soy el que soy» [1], y la meta de la discusión es precisamente acercar a sus participantes a esta verdad absoluta. No a alejarlos de ella. Conforme los años pasaron logre librarme de ese vicio del sarcasmo que era para útil. Otra cosa que conseguí durante ese tiempo fue aprender mucho de mi fe, pase de interesarme poco o nada, ha apreciarla y compartirla.

Pasa casi siempre, que rara vez el objeto de una discusión para ciertos participantes sea el enrequesimiento intelectual de sus adversarios sino más bien el enrequesimiento de sus egos, baja autoestima y en muchos casos darle rienda suelta a sus más oscuros odios y rencores. ¿Justifica estas actitudes que contestemos con la misma moneda a quienes nos atacan de forma directa en lugar de atacar el argumento? No, según mi experiencia, porque nos rebajaría a la posición de hombres irracionales que nunca supimos como razonar, que es la posición que ha asumido nuestro contrario; y luego porque estas personas al igual que tu tienen conciencia que más tarde que temprano los llegara a perturbar por la bajeza de sus palabras y/o acciones. Lo mejor es apegarse a los hechos, mantener la calma, aclarar cualquier error de concepto en el discurso odioso de nuestro contrario y coger cualquier oportunidad para avisarle a nuestro oponente que ahora mismo se esta presentando como la persona más irracional y poco respetuosa de las dos. Posiblemente esta sea una de las principales razones por las cuales mucha gente no discute por Internet, lugar idóneo que se presta para el ejercicio, porque es más usual encontrarse con esta clase de personas, y yo les entiendo, a veces uno siente que sencillamente pierde el tiempo, aunque no es así. Nunca.

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Internet es una enorme base de datos, todo lo que hacemos dentro de ella quedara guardado en algún lugar y esa información estará disponible para alguien más (aparte de la NSA, claro) el día de mañana, o ahora mismo. Siempre existiría alguna persona en Internet con una bolsa de palomitas de maíz en la mano y nada interesante que ver en el monitor de su computadora, si esta persona no esta buscando porno o hentai, existe el chance que tope con la discusión que tuvo usted años atrás con un anti-teísta sobre la existencia de Dios, o la otra discusión que sostuviste sobre la importancia del Matrimonio para la sociedad y cómo extenderla para que otras clases de relaciones de pareja figuren en ella era dañina para todos. Si uno se apega a los hechos, escribe de forma racional y no pierde los estribos muy posiblemente esta persona que no tenia nada que hacer delante de su computadora considere la forma en que ve la vida de una manera diferente gracias a usted y sus horas invertidas en discutir. Y si su discurso mueve mucho más al lector, es hasta posible que dejé de perder su tiempo mirando porno o hentai, adicción que no alimenta y nunca va a satisfacer a nadie (aunque han perfeccionado ese arte de la ilusión para hacer creer la gente de lo contrario (bueno, es poco probable, pero aun así ¡nunca esta de más pensar de forma positiva y desear el bien supremo a los demás!))).

Una de las cosas que le envidio a Gilbert Keith Chesterton es esa habilidad tan sorprendente para ser brillante con la pluma y el papel, ser tan troll y al mismo tiempo guardar sagrado respeto siempre a sus contrarios. No estoy seguro si es una habilidad natural, o algo que desarrollo conforme a los años, pero sin duda, no voy a cruzarme de brazos y resignarme a la idea de que es una habilidad que nace en uno de cada mil hombres. Este gran generalista inglés llego a escribir más de 5000 ensayos sobre temas que aquejaban a su querida Inglaterra de forma tan peculiar y fresca que ha pasado a la historia como uno de los Católicos más citados en el último siglo. No sé sí mantener 5000 discusiones me ayudaran ha alcanzar pizca alguna de genialidad y humildad de las que gozaba Chesterton, pero de lo que si estoy seguro es que discutir es bueno, así que discutas siempre que exista el espació y lo permita el lugar. ¡Anímese, sin miedo ni pena, a discutir!.

[1] Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los israelitas y les digo: "El Dios de vuestros padres me han enviado a vosotros"; cuando me pregunten: "¿Cual es su nombre?", ¿qué les responderé?» Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros» Ex 3, 13-14

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